Una vez concluida la novena, en la noche del pasado lunes, el vestidor y las camareras procedieron a cambiar el ajuar de la Virgen, que estaba vestida con sus mejores galas, para su estancia en la Parroquia hasta finales del mes de Octubre que vuelva al paso procesional.
En esta ocasión luce una saya blanca bordada y el manto rojo, color que también lleva el trajecito del Niño Jesús. Todo se complementa con la toca de tul, conocida como de "la Paloma", ejecutada por las hermanas Mirón Villagrán a principios del siglo XX.
Se da la circunstancia que, dado el número de mantos que posee la Virgen, se ha tenido que hacer un listado en el que las personas encargadas de vestirla van anotando cual se le va colocando en cada época del año, con la finalidad de no repetirlos y que se vayan usando alternativamente, cosa que gusta bastante a sus donantes.
La foto, tomada del libro "Guía Artística de Cádiz y su provincia", corresponde a la estancia de la Virgen en la Parroquia en 2004.