In memorian

En la tarde de ayer fallecía en Cádiz D. Antonio Lima Torrado, párroco de Trebujena y Director Espiritual de esta hermandad durante cuatro años. D. Antonio, quien hasta ayer era el encargado pastoral de los grupos de Vida Ascendente de la diócesis, se caracterizaba por su amabilidad y espíritu de servicio, ganándose el aprecio de cuantos le conocieron.

En la historia de nuestra Hermandad ocupa un lugar preferente, al lado de los presbíteros palomaristas, hijos o no del pueblo, que destacaron por preservar y propagar la devoción de nuestra Patrona, al ser el párroco que tuvo la valentía de solicitar al Obispado la Coronación Canónica de la Virgen; teniendo el honor de hacer público el decreto de la misma la noche del 14 de Agosto de 1999 y de ser párroco de Trebujena el 14 de Agosto del año siguiente.

Durante su estancia en Trebujena se celebró otro importante acto que sirvió para dar a conocer a nuestra localidad y su parroquia como fue el XIII Encuentro de Hermandades de Misericordia de Andalucía, celebrado en Enero de 2002, cuya designación defendió en el encuentro celebrado en Arahal en año anterior.

El sepelio se celebrará esta tarde a las 16´30 en la Santa Iglesia Catedral, oficiado por nuestro prelado D. José Mazuelos Pérez con la asistencia del clero diocesano. Una hora antes partirá un autobus de la parada de la Avenida de Chipiona par todos aquellos trebujeneros que quieran dar su último adiós a su antiguo pastor.

 



La Hermandad le estará eternamente agradecida y elevará una oración por su alma en la sabatina que se celebrará el próximo sábado en el Santuario.

Que la Virgen de Palomares lo acoja en su seno y el Niño le conceda el merecido descanso. Amen.

Vestida como antaño

Cuando se viste a la Virgen una vez pasadas las fechas de los Santos siempre se le suele poner sus atuendos más clásicos, sin desmerecer para nada la magnífica colección de mantos y sayas que ha ido formando en los últimos años.

Este año podemos apreciarla con un magnífico conjunto formado por el manto dorado, una saya antigua con la tonalidad de oro viejo y los magníficos manguitos de pedrería, prendas que no se les suele poner mucho y que constituyen un buen exponente del meritorio ajuar de la Virgen. El Niño Jesús también luce un vestidito acorde, y que en rarísima ocasión se le suele poner.

Lo mas moderno, el rostrillo bordado, que se le ha colocado transitoriamente mientras se repara el de filigrana que luce habitualmente.

Merecido homenaje a Pepita

En la mañana de ayer la Hermandad de la Virgen de Palomares, junto con parte de la comunidad parroquial, rindió un emotivo homenaje a Dña. Josefa Cabral Pérez, por su dedicación y entega  a la hermandad durante décadas. El acto principal se desarrolló al término de la Solemne Función Votiva celebrada en el Santuario a las once de la mañana.

En la homilia, el Director Espiritual fue introduciendo magistralmente el tema, conjugando el tema de la santidad con las personas anónimas que día a día trabajan incansablemente por la Iglesia.

Tras la bendición final, se dio lectura al acta de las reunión de la Hermandad celebrada el pasado 28 de Octubre en la que se decidió nombrar a Pepita, Camarera Honoraria Perpetua, según se recoge en el capítulo de honores y distinciones de las reglas de la hermandad. Fue en este preciso momento cuando se dio cuenta de que era un homenaje hacia ella, preparado con sigilo por la hermandad con la colaboración de sus familiares.

En el presbiterio se encontraban los miembros de la Junta de Gobierno, que le fueron entregando el diploma enmarcado que acredita esta distinción, un ramo de flores, una foto suya enmarcada portando la corona del Niño el día de la Coronación Canónica, una imagen de San José (por su labor como camarera de su altar de la parroquia) y unos pañuelos bordados por las Clarisas de Lujua (Bilbao), que quisieron sumarse al homenaje enviando una carta de felicitación que fue leída en ese preciso instante, causando la admiración d elos asistentes.

A continuación el párroco le dedicó unas palabras y el coro comenzó a entonar el Himno de la Virgen, que sirvió para rubricar el acto.

Luego llegarían las sesiones de foto, con la hermandad, con su familia, con sus amigas,... y las continuas felicitaciones de muchos de los asistentes a la misa.

Sobre las dos de la tarde comenzaba el almuerzo en su honor, celebrado en el Salón las Adelfas en Lebrija, almuerzo que organiza cada año la Hermandad de la Misericordia y que este año accedió a la petición de la Hermandad de Palomares para que fuese dedicado a Pepita, como figuraba en la carta de menú (presidida por una foto de la Virgen).

Tras el almuerzo se proyectó una presentación en la que se recordó su vida y su labor en diferentes facetas parroquiales (camarera de San José, miembro del coro Sta. Teresa de los Jueves Eucarísticos,  responsable de la Asociación de las Hijas de María, tesorera de la Hermandad de Palomares, ...). A continuación llegó el homenaje de las hermandades de penitencia asistentes al almuerzo (Nazareno y Misericordia, que le entregaron sendos cuadros con sus titulares, como ya había hecho la Hermandad de la Soledad en Palomares). Para finalizar la homenajeada dio las gracias por todo.

 

Aunque nada sería suficiente para agradecer a Pepita su dilatada labor y entrega , la Hermandad de Palomares ha estado a la altura de las circunstancias, a juzgar por las continuas felicitaciones que está recibiendo por la organización de este homenaje y el acierto de hacerlo coincidir con la Función de los Santos.

Su trabajo y sus críticas costó. Pero todas estas cosas se pasan por alto cuando se trabaja de corazón.

Brillante procesión y función votiva.

Pasadas las diez y media de la noche de ayer el paso de la Virgen se posaba en el interior del Santuario. Durante hora y media recorría la distancia que lo separa de la Parroquia repitiéndose la estampa de cada 31 de Octubre, en una noche en la que la climatología se contuvo de forma quasi milagrosa, pues el día fue completamente gris y a las doce y media descargó un fuerte aguacero que de adelantarse en el tiempo hubiera tenido unas consecuencias que mejor no pensarlas.

A las nueve se abrían las puertas de la Parroquia para dar paso a la comitiva que abría la cruz parroquial y los ciriales, seguidos por el simpecado escoltado por faroles y la presidencia de la hermandad presidida por el estandarte corporativo. Seguía el cuerpo de acólitos, antecediendo al paso exornado por gladiolos y claveles blancos. Como viene sucediendo en los últimos años, es de destacar la gran cantidad de trebujeneros que se agolpan tras el paso de la Patrona.

Una vez en el Santuario, tras el canto de la Salve y los clásicos vítores comenzaba la labor de desmontar el paso y dejar el templo de dulce para la celebración del día siguiente.

Pasadas las once de la mañana comenzaba la Solemne Función Votiva que viene celebrándose ininterrumpidamente desde hace 256 años.

Se repitió el ritual. Mañana de cohetes, campanas y pausado caminar de fieles hacia Palomares. De trebujeneros que viven fuera y aprovechan la visita anual los seres queridos en el camposanto y el "cumplir" con su Virgen cada 1 de Noviembre. Tras la homilía se renovó el voto que hicieron a perpetuidad los cabildos municipal y eclesiástico en 1756. Los magníficos cantos del coro parroquial  solemnizaron la celebración.