En el archivo
de la Hermandad se conservan dos hojas de cuaderno escritas con tinta azul
cuyo autor, desconocido, narra los avatares de la misma a principios de la
década de los sesenta. Por su interés lo
incluimos textualmente:
“Hermandad de Ntra. Sra. de Palomares”
“Siempre hubo en Trebujena, desde su
aparición que ya conocemos todos en el año 1444, gran devoción y fervor por su
Patrona la Virgen de Palomares; pero nunca se había formado una agrupación o
asociación religiosa que bajo su advocación de su patrona trabajase por el
pueblo y por el culto y mantenimiento del lugar donde se venera esta Bendita
Imagen.
Fue en el año 1962 cuando una
agrupación pequeña de mujeres decidió (en vistas del abandono en que se hallaba
la Ermita) hacer una petición por el pueblo con fines dedicados a la
reconstrucción de ésta y cuyo permiso se pidió y concedió el párroco entonces
existente D. Antonio Sánchez Ramírez.
Lo que se recolectó, además de las
cuotas de una a dos pesetas que daban las asociadas mensualmente, dieron lugar
a un fondo que en el año 1967 se utilizó para la reparación como ya decimos del
santo lugar.
En esta misma fecha, 1967, se abre una
especie de “miga” (amiga) en locales unidos a la Ermita donde primero en el año
_____ había tenido un convento una orden de religiosas, y en esta miga se
recogen a niños que por su edad, retraso mental, o dificultad de cualquier otra
índole no estaban en condiciones de ser admitidos en los colegios nacionales.
Con la pequeñísima cuota que estos niños aportan más una nueva colecta que se hace por el
pueblo, se restauran los techos del convento.
En 1973 se dora y arregla el paso de la
Virgen y las campanas de la ermita. Todo esto como decimos con grandes
dificultades monetarias. También las celadoras de la hermandad se cansan y hay que reponerlas constantemente para
seguir la labor de trabajo.
Actualmente, en cuanto a cultos,
venimos celebrando en la Ermita con mucha solemnidad el Mes de Mayo, misas
todos los sábados del año y una novena en Agosto, cuando es trasladada la Patrona
a la parroquia.
En cuanto a proyectos tenemos: dar
charlas a madres de familia y a jóvenes, un club de mujeres, una guardería
infantil y un gran deseo de trabajar para que esta hermandad de Ntra. Sra. de
Palomares se extienda a casi todos los miembros de todas las familias de
Trebujena”.
Habria que apuntar que el autor/a de
estas líneas desconocía que desde el siglo XVIII hay constancia de una
Hermandad de Ntra. Sra. de Palomares (en esta época fusionada con la de la Soledad),
y que después se conservan dos reglas del siglo XIX y hay documentos del
Arzobispado en los que se autorizan sucesivas reorganizaciones en el siglo XX.
Para el que lo desconozca puntualizar
que el objetivo que se marcan de construir una guardería lo consiguieron. En el
archivo parroquial se conserva una carpeta con documentación sobre la
construcción de la misma (entre ellos donaciones de los terrenos y aportaciones económicas de personas vinculadas
a la parroquia y a la hermandad) , de ahí el nombre de Guardería Infantil “Virgen
de Palomares”.
Antes de abrirse lo que conocíamos
como “escuela de Palomares”, en el antiguo convento existían aulas del colegio
nacional de la localidad, que ocupaba diversos emplazamientos por falta de
espacio . Luego ha tenido diversos usos como local de ensayo de la Banda de
Música “Ntra. Sra. de Palomares”, aulario de la Escuela de F.P. de la Cruz Roja,
y de diversas escuelas taller y casa de oficio (por lo que nadie debe poner en
duda la labor social que ha realizado la hermandad durante décadas).
Como cualquier familia, la Hermandad de la Virgen de Palomares quiso reunirse para celebrar la llegada del Niño Dios, aunque adelantó su Nochebuena a la noche del 22 de Diciembre. La casa hermandad fue decorada para la ocasión y cada uno de los presentes llegaba con su aportación en especie a la mesa de la cena. 
Al terminar la comida nos desplazamos al Santuario donde se procedió a colocar el Niño Dios en el Nacimiento al son de villancicos tradicionales, acompañados del clásico almirez, la caja flamenca y la botella de anís. Este acto de confraternidad que la Hermandad de Palomares está más viva que nunca.
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