El pasado domingo, un año más, decenas de familias de Trebujena se congregaron a las puertas de la Ermita de Palomares para cumplir con un ritual que ya se está convirtiendo en tradición: la presentación de los niños nacidos durante el año a la Virgen de Palomares, con motivo de la Festividad de la Presentación de Jesús en el Templo y la Purificación de la Virgen (celebrada por la Iglesia cada 2 de Febrero, a los 40 días del Nacimiento).
Esta bonita costumbre de presentar los niños a la Virgen, y que ya comienza a ser conocida por las personas jóvenes como Día de la Candelaria (nombre utilizado generalmente por nuestras abuelas), fue instaurada con gran acierto por la Hermandad de Palomares en el año 2000 con motivo del Jubileo de ese año y de la Coronación Canónica de la Patrona.
Desde entonces ya ha sido casi una generación la que ha pasado bajo el manto de la Virgen, amén de los padres y familiares que asisten al acto anualmente y que también suben al camarín y cumplen con el rito.
En la imagen el Niño Jesús de la Virgen de Palomares vestido con batón blanco y gorrito, como cualquier otro recién nacido que asiste a tan entrañable acto.