Como viene siendo habitual, los jóvenes de la hermandad han montado en el presbiterio del Santuario un nacimiento con su impronta en el presbiterio del Santuario. En esta ocasión han utilizado el misterio de Olot que un comerciante de Jerez regaló a las MM. Clarisas de Palomares y que tras el cierre del convento se lo llevó el párroco a la Iglesia Parroquial donde se puso durante décadas.