En esta curiosa fotografía mostramos el magnífico altar de cultos que montaban los encargados de las cosas de la Virgen allá por los años 50 del siglo pasado (a juzgar por las reformas que se iniciaron en el altar mayor de la Parroquia). Destaca la profusión de cera y flores artificiales, las colgaduras que cubrían las columnas del crucero así como el frontal del altar. Sin lugar a dudas, lo más curioso es el fondo que tiene el baldaquino, una laboriosa tarea realizada con tul simulando que la Virgen se encontraba entre las nubes del cielo. Sirva esta entrada en el blog como merecido homenaje a los que montaron en su día este espectacular altar, que contribuyeron con su labor a mantener viva la llama de la devoción a la Virgen de Palomares año tras año.