
A las once y media llegaban a la explanada del Santuario las primeras autoridades militares. Minutos más tarde aparecían las autoridades civiles y otros invitados a la ceremonia, que se colocaron ordenadamente cuando apareció en la plaza el coche que traía al teniente General Maroto. Tras los preceptivos saludos y presentaciones llegó el coche con el Sr. Obispo y el rector del Santuario, que fueron saludados por las autoridades presentes. Acto seguido se organizó la entrada en el templo, encabezada por el Obispo y el Teniente General, el cura párroco y el Coronel Roldán, y los demás invitados, que ocuparon sus asientos debidamente organizados delante del presbiterio. En el presbiterio bajo se sentaron los restantes miembros de la Junta de Gobierno.

Tras volver al presbiterio, el Teniente General pronunció unas palabras de ofrenda a la Virgen, que fueron respondidas por el Obispo, D. José Mazuelos.
Acto seguido se procedió a la lectura del acta de la reunión de la Junta de Gobierno de la Hermandad en la que se nombraba Hermanos Honorarios de la misma al Excmo. Sr. D. Francisco Gabella Maroto, Teniente General, y al Ilmo. Sr. D. Juan Roldán Fuentes, Coronel, entregándoseles sendos diplomas acreditativos de dicho nombramiento. Los nuevos hermanos honorarios recibieron también sendos azulejos enmarcados con la efigie de nuestra Patrona, y el señor Obispo un diploma en el que la Hermandad le agradecía el nombramiento de la antigua ermita como Santuario Diocesano llevado a cabo el pasado año.
Al terminar el acto los nuevos hermanos honorarios así como las principales autoridades militares pasaron a la sacristía para firmar en el libro de oro de la Hermandad.
Tras la preceptiva sesión de fotos, los asistentes se trasladaron al Castillo de los Guzmanes donde se celebró un almuerzo de confraternidad, poniendo fín a esta intensa y memorable jornada para la ya Ilustre, Antigua y Fervorosa Hermandad de Ntra. Sra. de Palomares Coronada.