Cada año, pasadas las Fiestas Patronales se procede a cambiar la ropa de la Virgen, que suele lucir sus mejores galas para la Función Solemne del día 15.
En esta ocasión, durante su estancia en la parroquia, la Virgen lucirá el espléndido manto salmón de brocado con sedas de colores que estrenara en el Besamanos del pasado 31 de Mayo, con una de las cuatro sayas bordadas en oro con que cuenta, y el fajín de capitán donado por la familia Ramírez-Sánchez.
Como es habitual, el Niño Jesús se viste con un trajecito confeccionado en consonancia con el color del manto de la Virgen.