Algunos de los que presenciaron la salida procesional de la Virgen de Palomares el pasado 14 de Agosto se preguntaron que significaba una cinta blanca con la medalla dorada de la hermandad que pendía de una de las columnas delanteras del templete. En realidad se trataba de una estola blanca, ornamento litúrgico reservado para sacerdotes y diáconos, y de la medalla de presidente de la hermandad.
Con estos símbolos quisimos tener en el recuerdo a dos sacerdotes antiguos párrocos de Trebujena fallecidos recientemente: D. Antonio Lima Torrado, siempre recordado por haber tenido la valentía de solicitar la Coronación Canónica, y D. Pedro de la Herrán Incierte, párroco entre 1975 y 1985, que también se destacó por su devoción palomarista.
En vez de un lazo negro de luto se optó por el blanco, color de la gloria y de la solemnnidad de la Asunción.
La estola nos sirvió, del mismo modo, para recordar al también fallecido D. Enrique Rodríguez Salas, diácono permanente que ejerció su ministerio en Trebujena y se contagió de su devoción por Palomares.