El pasado viernes 14 de Mayo los vecinos de la calle Larga volvieron a celebrar, por segundo año consecutivo, la fiesta la Cruz de Mayo que podría incluirse sin duda alguna en el calendario festivo de la localidad. El prioste de nuestra hermandad fue el encargado de la organización de la fiesta y el montaje de la cruz, en cuya base figuraba la réplica en barro cocido de la Virgen de Palomares que figuró durante años como imagen venera del paso de palio del Desconsuelo. Nuestro capataz, Pepe Lola, deleitó a los presentes una año más con su monumental ensaladilla. Los vecinos demostraron su hospitalidad ofreciendo a los presentes los típicos caracoles, pinchos de tortilla y otras tapas típicas de estas fechas. La velada fue amenizada por varias actuaciones, entre ellas no faltaron las típicas sevillanas corraleras interpretadas por un grupo de mujeres mayores venidas expresamente desde Lebrija.