Cuando regresamos a la capilla para proseguir con la procesión oficial nos encontramos con una grata sorpresa: junto a nuestro estandarte habían colocado el de la Hermandad de la Esperanza de Triana, madrina de la Coronación, que por cierto, no estuvo presente en la bajada desde el Castillo.
Sería coincidencia, pero lo cierto es que ambos estandartes representaban a las dos únicas hermandades que tenían a sus vírgenes coronadas: la de Trebujena y la de Triana.