Este segundo artículo dedicado a las imágenes de la pasión de Cristo que se encuentran en la Ermita de Palomares, hoy Primer Viernes de Marzo, no podía estar dedicado a otra efigie sino a la de Ntro. Padre Jesús Cautivo. Se trata de una pintura sobre tabla de aproximadamente 90 x 60 cms, de autor desconocido, que tradicionalmente se encontraba colgada en el presbiterio alto de la Ermita, entre la puerta de la sacristía y la reja del coro del convento, y que tras la reforma de 1994, se colocó en la pared del lado del evangelio, entre el púlpito y el altar de S. Sebastián.
Su ubicación, lejana a los fieles, ha condicionado que no haya gozado de mucha devoción, pasando inadvertido la mayoría de las veces, a diferencia de otras localidades donde la devoción a este cuadro propició la aparición de cofradías de penitencia.
Está enmarcada en un curioso y artístico marco dorado con partes de espejo y cristal policromado, y en la parte inferior se puede leer "Ntro. Pdre. Jesús Cautivo y Rescatado (Vulgo de Medinaceli)". Poco más se puede decir de este cuadro, que ya aparece en los inventarios de la Ermita del siglo XIX, y que fue restaurado a mediados del XX a expensas de la devota Antonia Gómez Romero.