Imágenes pasionistas de la Ermita de Palomares (I)

En este tiempo de Cuaresma vamos a incluir en nuestro blog una serie de artículos dedicados a cada una de las representaciones, ya sean pictóricas o de imaginería, que reflejan algún momento de la pasión de Nuestro Señor Jesucristo, con la finalidad de dar a conocer a nuestros lectores el patrimonio, muchas veces desconocido, del santuario de nuestra Patrona.

El primer artículo no podía estar dedicado más que al Stmo. Cristo de la Veracruz, imagen más importante de cuantas cuelgan de las paredes de la ermita debido a su antigüedad, historia y valor artístico.

Se trata de un crucificado de madea de cedro, de tamaño natural, con rasgos gotizantes, encuadrado en la primera mitad del S. XVI, clavado en una cruz arbórea con un inri de madera sobredorada. Tradicionalmente ha llevado corona de espinas, si bien parece que no ha llevado potencias, a no ser que los orificios para las mismas hayan sido tapados en alguna restauración ejecutada por artistas locales.

Perteneciente a la extinguida cofradía de la Vera-Cruz y Nuestra Señora del Desconsuelo, fundada en 1672 y perdurando hasta mediados del XIX, fue el titular de la Ermita de la Veracruz y su hospital anexo, hasta su traslado a la Iglesia Parroquial una vez vendida la citada capilla.

Durante años estuvo colgado en la Sacristía de la Parroquia. Más tarde fue ubicado en la Ermita de Palomares, donde se venera en la actualidad en un dosel contiguo al altar de San Sebastián.

Durante los años que existió la Agrupación de Hermandades procesionaba puntuamente cada cuarto sábado de Cuaresma en el Viacrucis de las Hermandades de Trebujena, recorriendo las calles aledañas a la Ermita. En 1991 fue trasladado en Viacrucis a la Parroquia debido a las obras que se acometieron en la Ermita, dándose la curiosidad que fue la primera imagen en entrar en el citado templo una vez restaurado en 1994. En 1992 volvió a pasar por su antigua calle Veracruz, rezándose una estación del Viacrucis en la portada de su antigua capilla. En 2001 regresó de nuevo a la Parroquia para presidir el altar mayor durante la Cuaresma al estar restaurándose el Cristo de la Misericordia. Actualmente se encuentra en la Sacristía de la Ermita al haberse colocado en su ubicación tradicional el Cristo antes mencionado con motivo del cierre de la iglesia parroquial.

Palomares en Cuaresma

Un año más la llegada del Miércoles de Ceniza, inicio de la santa Cuaresma, trae consigo el color morado a la Ermita de Palomares, no sólo a las vestiduras del sacerdote sino también a la indumentaria de algunas imágenes y al revestimiento de los objetos utilizados en las celebraciones litúrgicas, recordando a los fieles el carácter penitencial de este tiempo. Así, además del manto de la Patrona y el traje del Niño, se ha cambiado la manguilla de la cruz parroquial, el paño del ambón, la cortinilla del sagrario y la tela que cubre la mesa auxiliar; y se ha colocado en el intradós del camarín el crucificado de tamaño académico procedente de la antigua Sala de Sesiones del Ayuntamiento, que durante e año está sobre el púlpito.

La Virgen de Palomares ha sido acertadamente vestida con una antigua saya dorada y los curiosísimos manguillos de perlas doradas, color que realza más el morado de la capa que la cubre.

Algunas imágenes procesionales también lucen un aspecto novedoso, caso de Ntro. Padre Jesús Nazareno, que aparece sin potencias, o el Señor de la Paz en su Entrada en Jerusalén que se cubre con tela azul a modo de capa.

Fiesta de la Candelaria

El pasado domingo 7 de Febrero se celebró una vez más la popular fiesta de la Candelaria, renovándose el rito de la presentación de los niños nacidos durante el año a la Virgen de Palomares. Poco después de las 11 de la mañana comenzaban a llegar los primeros carritos con los bebés que, aprovechando la soleada mañana, se concentraron en la explanada de acceso a la Ermita ante la imposibilidad de acceder a la misma por falta de espacio (ya que desde las 11 se encontraba llena de feligreses que asisten cada domingo a la Eucaristía). Concluída la misma, se procedió a abrir las puertas de par en par para agilizar la salida y entrada de personas en el templo. Sobre las doce comenzó el acto de la presentación; tras unas palabras del párroco se procedió a la subida al camarín, donde los nuevos trebujeneros pasaron bajo el manto protector de su Patrona, acompañados por los padres y en algunos casos por abuelos. Tras recoger un diploma como recuerdo de tan entrañable acto, regresaban a casa con la satisfacción de un deber cumplido. Como curiosidad, mencionar que habían sido citados 87 nuevos bautizados aunque, como viene siendo habitual, se pudieron ver otros niños que aún han recibido las aguas del bautismo.

La Virgen, siguiendo la tendencia de los últimos años, lucía unos de sus mantos de brocado (en esta ocasión el celeste) y el niño estrenó un clásico batón, propio de la festividad, realizado por la hermana y miembro de la Junta de Gobierno Pepa Suárez.

Presentación de los niños a la Virgen

El próximo domingo, día 7 de Febrero, a las doce de la mañana tendrá lugar el ya tradicional acto de presentación de los niños nacidos durante el año a la Virgen de Palomares, conocido popularmente como "la Candelaria". Todos los padres de los niños bautizados desde Febrero de 2009 recibirán una invitación personal, pero el acto está abierto a todas aquellas personas que quieran acercar sus hijos a la Stma. Virgen. Después de una breve introducción realizada por el párroco, las familias subirán al camarín para pasar a sus hijos, y todo aquel que desee, bajo el manto de la Patrona. Al bajar del camarín recibirán un recuerdo en forma de diploma acreditando su participación en tan hermoso acto.