PRESENTACIÓN

Este blog nace con la intención de llevar la Hermandad de Palomares a todos los rincones posibles. Somos conscientes de vivir en una época donde la informática e internet están al alcance de todos, y se hace necesario para estar comunicados e informados. Por ello, sirviéndonos de esta herramienta y dándole un uso adecuado, ponemos en marcha este nuevo proyecto.
En este espacio pretendemos dar a conocer nuestra Hermandad con la publicación de noticias, fotografías, artículos de actualidad, convocatorias de cultos, historia, colaboraciones, escritos, y un sin fin de ideas a las que iremos dando forma conforme este blog comience a tener vida propia y se convierta en una página a consultar periódicamente por todos los que ahora, por primera vez, accedéis a él.
Pedimos a todos vuestra colaboración. En primer lugar, para que cada uno a su vez lo dé a conocer, para que este blog pueda llegar al máximo de personas, y en segundo lugar, que hagáis vuestro este espacio, donde cada uno pueda colaborar enviando contenidos, comentarios y fotografías apropiados al carácter del mismo. De este modo, este blog crecerá y servirá como instrumento de consulta haciendo de la Hermandad de Palomares una asociación viva y presente en cientos de hogares. Para ello disponéis también del correo electrónico, que es hdad.palomarescoronada@gmail.com.

miércoles, 19 de enero de 2011

Historia de San Sebastián.


Si ayer esbozamos la leyenda de San Sebastián, hoy nos centraremos en los datos históricos.
Las pobre y escasas noticias que se poseen de Sebastián se pueden encontrar en el calendario de la Iglesia "Depositio martyyum" que data del año 354, donde se recoge el nombre, el martirio y el lugar de la sepultura.
Los documentos posteriores no agregan nada nuevo y todos suelen hacer referencia a esta primera fuente.
San Ambrogio (finales del s. IV) dice que Sebastián fue originario de Milán aunque no dice que fuese su lugar de nacimiento, y afirma con seguridad que el martirio fue en Roma.
De estas dos primeras fuentes se deduce su nombre (que viene del griego "sebastos", venerable), el martirio, y la sepultura en las catacumbas.
Tampoco hay datos históricos de la profesión, ni de la edad, ni del proceso.
Con exactitud no conocemos ni el año del martirio, que presumiblemente pudo ser entre el 303 y el 305, años en los que Diocleciano promulgó cuatro sucesivos edictos contra los cristianos, ya que en su intentó de reorganizar el imperio también quiso instaurar la unidad religiosa, amenazada por la difusión de cultos orientales y por la expansión del cristianismo.
Por este motivo persiguió a los cristianos con disposiciones como la obligación de sacrificarse y alejarse de los cargos públicos y del ejército. Esta es la causa por la que Sebastián, sin renunciar a su cargo ni a su propia fe, fuera condenado al martirio.