

El pasado domingo 20 de Enero, festividad de San Sebastián, que en nuestra localidad toma el rango de solemnidad, pasadas las 10´30 de la mañana comenzaba en el Santuario la Función Solemne al Patrón, oficiada por el Rector del Santuario y párroco de la localidad, D. Ignacio Gallardo, y con la participación del Coro Parroquial. Una hora más tarde se entonaba el tradicional Himno a San Sebastián y se comenzaba a organizar la procesión. Abría el cortejo la Cruz Parroquial, con manguilla roja y los ciriales de plata de la parroquia. A continuación marchaban varios jóvenes y niños portando la bandera de la Borriquita, a la que seguían las representaciones de las distintas hermandades de penitencia, y la de la hermandad de la Virgen de Palomares, que tiene a su cargo el culto al Patrón. Pasadas las doce menos cuarto aparecía el paso, portado por los jóvenes cofrades y comandado por el capataz de la virgen, Pepe Lola. El exorno lo componían pricipalmente margaritas rojas. Aunque la mañana amaneció soleada, a la hora de la salida el cielo se había tornado gris y se comenzó a levantar un aire que presagiaba lluvia. Tras el paso se situó la Banda de Música "Virgen de Palomares", sufragada por todas las hermandades de la localidad.

La novedosa "ciclogénesis explosiva" que anunciaba un fin de semana lluvioso o el horario matinal hicieron que la presencia de público fuera menor que el pasado año. Sin embargo la procesión recorrió el itinerario previsto con normalidad hasta que en el Paseo de Andalucía comenzaron a caer unas ligeras gotas que hicieron que se acelerara el ritmo de la misma hasta la llegada a Palomares, pero nunca a paso de agua. Poco antes de la una hacía su entrada en el Santuario, entonándose de nuevo el Himno del Patrón mientras el paso se dirigía al presbiterio. Un par de minutos más tarde un fuerte aguacero retuvo durante un rato a muchos de los asistentes a la procesión, que decían el famoso refrán "San Sebastián, mocito y galán,....... las saca secas y las devuelve mojá".
No sabemos que pasará, pero siempre que suena una corneta por esta nuestra tierra comienza a llover. Esperemos que no se cumpla a partir del ya inminente 24 de Marzo, Domingo de Ramos.