PRESENTACIÓN

Este blog nace con la intención de llevar la Hermandad de Palomares a todos los rincones posibles. Somos conscientes de vivir en una época donde la informática e internet están al alcance de todos, y se hace necesario para estar comunicados e informados. Por ello, sirviéndonos de esta herramienta y dándole un uso adecuado, ponemos en marcha este nuevo proyecto.
En este espacio pretendemos dar a conocer nuestra Hermandad con la publicación de noticias, fotografías, artículos de actualidad, convocatorias de cultos, historia, colaboraciones, escritos, y un sin fin de ideas a las que iremos dando forma conforme este blog comience a tener vida propia y se convierta en una página a consultar periódicamente por todos los que ahora, por primera vez, accedéis a él.
Pedimos a todos vuestra colaboración. En primer lugar, para que cada uno a su vez lo dé a conocer, para que este blog pueda llegar al máximo de personas, y en segundo lugar, que hagáis vuestro este espacio, donde cada uno pueda colaborar enviando contenidos, comentarios y fotografías apropiados al carácter del mismo. De este modo, este blog crecerá y servirá como instrumento de consulta haciendo de la Hermandad de Palomares una asociación viva y presente en cientos de hogares. Para ello disponéis también del correo electrónico, que es hdad.palomarescoronada@gmail.com.

martes, 3 de septiembre de 2013

Plegaria

Publicamos hoy un poema a modo de plegaria escrito por D. Diego Villagrán G.,que apareció en su día en una revista cultural de la localidad en la década de los setenta.

           PLEGARIA
Reina de mi pueblo, salve.
Yo te canto en este día
con gozo, amor y alegría,
 a Ti, Paloma de Algarve.


Madre de Misericordia llena,
Gloriosa Virgen bendita, 
que al que te lo solicita 
quitas del alma las penas.

En este día glorioso
de tu Asunción a los cielos,
yo te pido con anhelo
por pobres y menesterosos.

Pido por los pecadores,
por los que de Ti se olvidan,
y por los que allá a la otra vida
se fueron de Ti deudores.

Bendice a todos tus hijos
de este pueblo que te adora,
y no te olvides, Señora,
darle en tu manto cobijo.

Y al terminar esta vida,
llena de espinas y zarzales,
¡Acógenos en tu seno,
María de Palomares!