A parte de la pintura y el abrillantado del suelo, por su magnitud destaca la limpieza del retablo de Pedro de Asensio de 1757, hasta el punto de que alguna que otra persona todavía cree que se ha barnizado. Pero la gran novedad en cuanto al retablo es la colocación de la imagen de S. Miguel Arcángel en la hornacina del ático.
Esta imagen, que hasta hace dos años estuvo en varios lugares de la iglesia parroquial, y hay quien dice que procedía de la Ermita de la Veracruz, ha sustituído a la imagen de S. Antón (también procedente de la parroquia y colocada en el retablo en la reforma de 1994).
Se da la circunstancia de que este retablo estaba coronado por otra imagen de S. Miguel (cuya cabeza, no policromada
como las restantes imágenes, estaba en una casa de la localidad) y que la imagen que se ha colocado tiene unas características que apuntan que estuvo concebida para ser vista desde lejos. En las imágenes podemos ver a S. Miguel cuando estaba en la casa hermandad y en su actual emplazamiento.