del Cristo Yacente se le han colocado unas pequeñas patas que la elevan sobre el mantel y se adapta mejor al hueco horadado en la pared. La iluminación eléctrica colocada en la urna permite que resalte la imagen del Cristo, el gran olvidado del templo.Pero sin lugar a dudas destaca el nuevo manto de camarín y la nueva saya color crema que luce la Virgen de la Soledad. A ambos lados de la hornacina se han colocado dos lámparas aceiteras de plata donadas po Todas estas tan necesarias novedades han dado un cambio radical a como se mostraban hasta hace muy poco las imágenes de la cofradía del Viernes Santo.