Uno de los detalles que solían pasar inadvertidos cuando se visitaba Palomares es una antigua lápida de mármol negro que data de 1681 y que se encuentra situada sobre la pila bautismal, aunque este no era su emplazamiento original.Del latín" lapidem" que significa piedra. Una lápida es una piedra plana que normalmente lleva grabada una inscripción.
Se desconoce la finalidad de esta placa, aunque pudiera ser votiva. Entre el texto, marcado por el castellano de la época y algunas abreviaciones objeto de estudio de la epigrafía, se puede adivinar "Alonso Martínez , de Lebrija, a Ntra. Sra. de Palomares. Año 1681".
El lijado de la piedra ha mejorado la visión de la inscripción, antes casi ilegible. La colocación de una pantalla de metacrilato recalca la importancia de la misma y hace que nuestra atención se centre en este elemento que antes pasaba inadvertido.