
Hoy mostramos parte del altar montado para los cultos de 1999. La baranda de la tribuna del coro se vuelve a tapar con una colgadura y se colocan los reposteros realizados por el desaparecido José Bustillos. La Virgen luce el manto celeste de brocado. El profuso exorno floral estaba compuesto por grandes centros de margaritas y se coloca un buen número de candelabros. Se da la circunstancia que fue la Novena en la que ya se había hecho público el decreto de la Coronación Canónica.
