La decoración del camarín de la Virgen sufrió durante el S. XX una serie de reformas que variaron sustancialmente su fisonomía. Durante las primeras décadas del siglo presentaba una profusa decoración barroca a base de pinturas imitando cortinajes, jarrones y cornisas. En el fondo se abría la ventana que se conserva en la actualidad y que fue cegada cuando se fundó el monasterio de religiosas clarisas. En la cúpula se pegaron una serie de lienzos que podrían ser pinturas y en las paredes se colgaban los exvotos.
A partir de 1950, cuando se fundó el Monasterio de Ntra. Sra.de Palomares, Sor Mercedes de la Eucaristía, Madre Abadesa, pintó las paredes y cúpulas con escenas alusivas a la vida de la Virgen. En la pared trasera, una vez cegada la ventana,pintó una colosal Asunción. Las otras paredes acogían la Anunciación, y a San Joaquín, Santa Ana y la Virgen Niña. Junto al arco pintó una representación idealizada de la Aparición de la Virgen, y en la cúpula, la Paloma del Espíritu Santo, iconografía de la Ermita. El zócalo también estado pintado imitando mármol.