En una reunión de la Junta de Gobierno celebrada el 15 de Enero de 1927 ya se advertía el deterioro del mismo "se acordó se recabasen limosnas extraordinarias para poder llevar a efecto la adquisición de un anda nueva que fuese digna de nuestra patrona".
En esta época no se planteó en principio restaurar o modificar la existente sino comprar una nueva, aunque la escasez de recursos afortunadamente no lo permitió.
El 3 de Julio de ese mismo año se celebra una nueva reunión en cuyo acta se dice textualmente:
"con relación a la adquisición de un anda para la Imagen de Nuestra excelsa Patrona, se habían hecho gestiones a fin de reunir los fondos necesarios para dicha adquisición pero en vista de que la cantidad con que podía contarse era exigua, había hecho gestiones para reformar el actual, poniéndose a el habla con un maestro dorador de Jerez de la Frontera, quien por la cantidad de quinientas cincuenta pesetas restauraba totalmente el paso existente, dorándolo todo con oro fino,poniéndole mesa y transformando con obra tallada la parte alta del mismo , y creyendo que con esta reforma quedaría un anda en las condiciones proyectadas,proponía la realización de dicha reforma por el expresado maestro dorador y habiendo sido examinado el dibujo presentado que comprende la reforma total, se acordó se llevase a efecto"
Está claro que a los miembros de la Junta gustó el dibujo y encargaron la reforma. No sabemos quien fue el maestro dorador aunque en esa época trabajaba como tallista y dorador Lutgardo Pinto, autor de los pasos de la Sentencia o del Cristo de la Expiración. Del primitivo paso aún se conservan las cuatro columnas corintias, las ocho volutas que forman el cupulín y el juego de perillas del templete, no así la parte suprimida, que confunde erróneamente con la peana sobre la que se asienta la Purísima en el baldaquino de la Parroquia.